Pollo rustido con tomate y aceitunas
Siempre digo que cocinar no es difícil, simplemente hay que tener tiempo y ponerle mucho cariño a lo que estás haciendo, sólo así se consiguen platos exquisitos. La receta de hoy, un pollo rustido con tomate y aceitunas, no puede ser más facilona, pero el resultado final es excelente.
Como en otras ocasiones, aseguraos de tener pan en casa porque no dejaréis de mojar en su salsita rústica, y digo rústica porque se aprecia la cebolla y los tomates. ¿Que os apetece la salsa más fina? Sólo tenéis que retirar el pollo y triturar la salsa, pero a mí me gusta así, sobre todo porque me recuerda a mi infancia y porque mi mamá lo preparaba así…
Ingredientes
- 1/2 pollo cortado a trozos
- 2 cebollas
- 3 dientes de ajo
- 400 ml de caldo de pollo
- 400 g de tomates maduros
- Un puñado de aceitunas negras de Aragón
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
- Tomillo
Preparación
- Ponemos aceite a calentar en una olla o cazuela, en este caso hemos aprovechado la cacerola de la olla express que sirve además como cacerola de aluminio fundido normal. Una vez el aceite esté caliente doramos los trozos de pollo previamente salpimentados, junto con los dientes de ajo sin pelar y unas ramitas de tomillo. Retiramos y reservamos.
- En la misma olla doramos la cebolla que habremos cortado en juliana. Una vez dorada, incorporamos el pollo y la mitad del caldo. Lo llevamos a ebullición y cocinamos unos cinco minutos.
- Añadimos el caldo restante, los tomates cortados por la mitad y las aceitunas. Dejamos cocer todo junto unos 25 minutos o hasta que veamos que el caldo ha reducido.
- Una vez reducido el caldo y el tomate se haya deshecho, retiramos del fuego y servimos.
Como veis es un plato bien sencillo, pero no por ello menos rico, así que ¡a disfrutar! Eso sí, avisad a vuestros comensales que lleva aceitunas, ya sabéis… ¡por eso del hueso! 😉