Ravioli de calabaza con mantequilla tostada y nueces
Cuando se trata de pasta hecha en casa, ya sabéis que no hay ni punto de comparación con la que encontramos en los supermercados. La pasta fresca, el relleno hecho con los mejores ingredientes, vuestro punto de picante… Si ya habéis probado a hacer pasta en casa, sabréis que es mucho más fácil de lo que nos pensamos.
Hace unos meses compartí con vosotros esta receta para hacer pasta fresca, la que hoy os doy es un poquito diferente pues lleva además de harina normal, sémola de trigo duro (es la receta de pasta casera que tengo en mi blog).
El relleno de esta pasta es la clave del plato, la combinación entre la calabaza asada con la salvia y la salsa de mantequilla con nueces… Es un plato ideal para servir en una cena festiva.
Os recomendamos que hagáis la preparación del relleno la noche anterior, así cuando hagáis la pasta fresca sólo tenéis que rellenarla y perderéis menos tiempo en la cocina.
Ingredientes
Para unos 20 ravioli (4 personas):
Para la pasta fresca:
- 300 gr de sémola de trigo duro
- 300 gr de harina trigo
- 6 huevos (ecológicos si puede ser)
- Una pizca de sal
Para el relleno:
- 60 g de nueces (si encontráis nueces pecanas, todavía mejor)
- 1/2 kg de calabaza, pelada y sin semillas, cortada en gajos
- 4 dientes de ajo sin pelar
- aceite de oliva virgen extra
- sal y pimienta negra recién molida
- 8-10 hojas de salvia frescas
- 150 g de queso de cabra suave
- 1 rebanada de pan blanco hecho migas
- 1 huevo
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 50 g de queso pecorino (o parmesano) en polvo
Preparación
El relleno:
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- Tostamos las nueces en una bandeja de horno durante unos 5 minutos en el horno (moviéndolas a media cocción). Reservamos.
Mientras tanto, ponemos la calabaza y el ajo en una bandeja de horno antiadherente. Rociamos con un poco de aceite, sal y pimienta y las hojas de salvia por encima. Asamos durante unos 35-40 minutos hasta que la calabaza esté blanda. La pelamos y ponemos su carne en un bol de batidora. Retiramos la pulpa de los ajos y los agregamos al bol, junto con el queso de cabra, la mitad de las nueces tostadas (guardamos la otra mitad para decorar el plato), las migas de pan, el huevo, nuez moscada, pecorino, sal y pimienta a gusto.
- Batimos todo junto hasta tener una pasta suave y pasamos a un bol, refrigeramos si hiciera falta.
La pasta fresca:
- Amasamos la harina de trigo junto con la sémola, los huevos y la sal. Dejamos reposar media hora tapada con un paño de cocina limpio.
- Extendemos la masa con un rodillo y luego lo pasamos por la máquina para estirar la pasta (si no la tenemos, utilizamos un rodillo).
- Si tenemos máquina de pasta la estiraremos hasta el número 7 de grosor (empezando siempre por el más grueso y bajando de uno en uno hasta el más fino).
- Una vez estirada cortamos cuadrados de unos 10 cm y ponemos una bola tamaño de nuez de relleno en el centro del cuadrado.
- Pincelamos con un poco de agua por los bordes y tapamos con otro cuadrado de pasta.
- Sellamos con un cortador o un vaso redondo de unos 7 cm de diámetro, presionamos ligeramente solo para que se selle bien.
- Con un cortador redondo de unos 7,5 cm (podemos utilizar el típico de galletas), cortamos el ravioli.
- Espolvoreamos con sémola de trigo duro y reservamos hasta el momento de cocinar.
- Hervimos en una olla grande con abundante agua y 1 cucharada de sal durante unos 7 minutos o hasta que la pasta esté al dente.
- Mientras hierve la pasta, fundimos la mantequilla en una sartén antiadherente a fuego bajo hasta que tenga un color dorado.
- Servimos los ravioli con las nueces tostadas reservadas, salvia frita y una o dos cucharadas de la mantequilla.